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HARRISON FORD & RYAN GOSLING

PROTAGONISTAS DE «BLADE RUNNER 2049»

A pesar de no haber podido ver todavía la película, tuvimos el placer de charlar con Ryan Gosling, Harrison Ford y Ana de Armas con motivo de la presentación de Blade Runner 2049, la esperada secuela de la película de Ridley Scott que llega a la cartelera envuelta en un halo de secretismo y misterio.


Qué ha supuesto volver a «Blade Runner» y a tu personaje después de más de 30 años?

Harrison Ford: Otra oportunidad para expresar una serie de ideas que ya estaban establecidas en la primera película pero enmarcadas en un nuevo contexto, con un nuevo director, un grupo de actores fascinantes con los que trabajar como Brian.

— Ryan Gosling: Ryan (Risas).

—HF: Eso, Ryan Goosling [apestoso] (Risas). No escribáis esto por favor. En el fondo, es un trabajo con el que poder expresarte y decir cosas interesantes.

— La película original trataba de algunos temas muy interesantes y actuales en estos momentos. Ofrecía una visión futurista y a la vez también muy pesimista. ¿Cuál es la visión de «Blade Runner 2049» de este futuro? ¿Qué ha cambiado?

— HF: Bueno, no creo en ningún momento que la película se haya esforzado en ser visionaria, simplemente se ha dado así. Creo que algunas de las cosas que se trataron en la primera película sí que están presentes en nuestros días. Las condiciones para las personas no han mejorado con el paso del año, desde luego las condiciones climáticas han ido a peor, así como la ecología, pero los seres humanos siguen existiendo y buscando las mismas cosas: la razón de su existencia, su relación con el mundo, una conexión… Así que eso nos da una relación emocional con los temas con las que trata la película.



—RG: Creo que no se puede explicar mejor que eso.

— ¿Cómo funcionó el hecho de que vuestros dos personajes sean tan parecidos, hayan compartido oficio y haya un salto generacional entre ellos?

—RG: Bueno, creo que aunque los dos compartamos oficios, el contexto de la nueva película es muy diferente a la anterior. Las cosas han cambiado mucho, el trabajo también ha evolucionado mucho. No puedo revelar mucho de la historia, pero el oficio de blade runner se ha convertido en un trabajo mucho más aislado, descastado y apestado dentro de la sociedad. Viven en las sombras, no es un trabajo ideal aunque quizás nunca lo fuera, ahora la sociedad lo ve incluso con peores ojos que antes. Emocionalmente es un trabajo muy complicado. Mi personaje, cuando lo conoce el espectador, está luchando contra su propia existencia, contra la negación a establecer conexiones con otros seres. Hay una diferencia generacional en el contexto de la historia y creo que la película ha tratado de explorarlo. ¿Quieres continuar?

— HF: Sin problema (Risas). Creo que también la pregunta se quiere referir al oficio de actores. Creo que a pesar de nuestras diferencias en nuestra experiencia, aproximaciones, hemos estado bastante unidos y trabajamos de un modo similar… Como había previsto desde el principio ha sido un placer trabajar contigo. Creo que necesitábamos a alguien muy específico para poder guiar a los actores en una historia tan complicada de contar como esta. Necesitábamos a alguien con pasión, con ciertos matices, que fuese emocionalmente capaz de entender la historia… Algo que según mi mujer yo soy incapaz de reunir. El único desacuerdo que hemos tenido Ryan y yo a lo largo del rodaje es si, en una secuencia de acción, él puso la cara al lado de mi puño o fui yo el que puso mi puño enfrente de su cara (Risas).

— ¿Cuál fue el desafío más importante de la película?

—HF: Me gustan los desafíos, me gustan que las películas sean complicadas y me desafíen. Me gusta que las películas saquen lo mejor de mí.

—RG: En la mayoría de los guiones que recibes, te toca tirar de ellos y sacar la mayoría de las cosas por ti mismo porque no están ahí. En este era totalmente lo contrario, había un mundo muy detallado y rico, relaciones muy poderosas, la escala era gigantesca pero a la vez también muy íntima, emocionalmente era una película muy compleja. Había mucho de donde sacar y el mayor desafío era intentar hacer justicia en pantalla todo lo que había escrito en el guión.


«YO VI ¨BLADE RUNNER¨ CUANDO TENÍA 12 AÑOS, ASÍ QUE SIEMPRE HE SIDO CONSCIENTE DE SU INFLUENCIA Y RELEVANCIA» (Ryan Gosling)


— «Blade Runner» es una de esas películas que nunca se olvidan. ¿Cuál es tu relación actualmente con la película y qué opinas de la frialdad con la que se acogió el estreno en su día?

—HF: No me importa que se acogiese de manera fría. Era una película totalmente nueva y requería más atención, que el espectador se involucrase mucho más de lo que quizás era capaz en aquellos días. Era complicado, tenía una voz en off un tanto extraña que se ha ido eliminando con el paso de los años, igual que un final feliz que también ha ido cambiando con el paso del tiempo en algunos mercados. Pero, sabes, a veces para un actor es fenomenal que una película que ha protagonizado sea un éxito pero es aún mejor si al día siguiente de su estreno tiene otro trabajo… No ha sido sino con el paso de los años que la gente se ha ido dando cuenta de la verdadera dimensión de la película.

— RG: Yo la vi cuando tenía 12 años, bastantes años después de su estreno, así que hasta cierto punto siempre he sido consciente de la influencia y relevancia que ha tenido la película en nuestra cultura. Es una experiencia asombrosa ver la película pero creo que aún es mejor la experiencia de después de ver la película, discutir sobre ella, la manera en que la película y los temas como la identidad, la memoria… Se quedan contigo, especialmente si la ves a una edad muy concreta. Creo que es la razón por la que ha durado tantísimo en nuestra cultura.

— Viendo esta película, la nueva «Blade Runner », ¿ha cambiado tu impresión acerca de si Deckard es realmente un replicante?

—HF: No, no realmente, pero ya no insisto en ello. Creo que es uno de esos misterios que quedan sin resolver a propósito para que sea el espectador el que saque sus propias conclusiones. Quizás con la nueva película, los que hayan visto los dos largometrajes puedan encontrar pistas acerca de esta cuestión y llegar a nuevas conclusiones. Creo que es un tema que Ridley muy inteligentemente ha sabido mantener con vida a lo largo de los años y es algo que Ryan ha dicho, algunos de los temas que se tratan de la película son tan poderosos y cautivadores que es más interesante centrarse en ellos que tener una respuesta concreta para esa pregunta.

— ¿Pero la tienes? ¿Crees que no es un replicante?

—HF: No sacarás esa declaración de mí (Risas).

—RG: Es interesante que sea una pregunta que se haya mantenido viva durante tantísimos años. También dice mucho acerca del legado del film, parece que por mucho que hablemos de la película, siempre tenemos esa sensación de que los replicantes son robots, cyborgs o inteligencia artificial, cuando realmente no hay diferencia entre ellos y los seres humanos salvo de la manera en la que fueron concebidos. Pero se ha creado esa falsa narrativa dentro del mundo de Blade Runner de que ambas razas son diferentes y que ellos tienen mucho menos valor y parece que esa idea ha acabado predominando, aunque la película nunca lo presenta de esa manera, ni hace juicios de valores al respecto. Es una idea falsa que se ha implantado en la cabeza de la gente.

—HF: También es una idea con la que juega la película, que estos seres mecánicos están diseñados para no tener la misma libertad que nosotros. Que son prácticamente productos y pueden ser vendidos, comprados, son una propiedad intelectual que tienen un valor de consumo. Pueden ser esclavos, pueden ser amantes, pueden ser obreros, directores de cine (Risas)… Pero no pueden elegir quiénes son

— La película, ahora franquicia, siempre ha tratado la ambigüedad con respecto a la experiencia humana, ¿Qué es humano, qué no lo es? ¿Cómo aborda esta cuestión precisamente un actor cuyo trabajo precisamente es replicar emociones humanas?

—HF: La historia es que nosotros como actores precisamente tenemos que articular esas emociones que tú dices. Es un puzzle complejo por así decirlo. No puedes sentarte y discutir sobre procesos filosóficos antes de una escena, tienes que interiorizar el discurso y expresarlo a través de tu actuación, de unas emociones que, como has dicho, en cierta manera son falsas. No se puede filmar discusiones filosóficas en una película como esta aunque sean inherentes de una manera u otra, es todo parte de un proceso, es como ir avanzando por la jungla que es rodar una película de este tipo.



— Quería preguntarte acerca de Ridley Scott. ¿Cómo de presente estuvo en el proceso de rodaje de la película? ¿Cómo ayudó a darle forma?

—H: ¿Estás familiarizado con la palabra Dios? (Risas). Él es como una presencia divina, si tienes algún tipo de problema con la idea de Dios, piensa en la presencia más importante, omnipotente de tu vida y llámalo a eso Dios. Es el creador… Es decir, hay un montón de personas que han contribuido al mito de Blade Runner, gente como Phillip K. Dick, Hampton Fancher, David Webb Peoples… Una larga lista que ha prestado su talento a esta producción, pero Ridley fue la energía principal que canalizó la primera película y es responsable que estemos sentados aquí ahora mismo.

— RG: Tuve la oportunidad de conocerlo hace años y me estuvo hablando durante bastante tiempo de esta película que quería hacer, y aunque nunca tuve el contexto entero de lo que quería hacer, fue dejando miguitas de pan para crear en mí un misterio, una emoción…

—HF: Nunca supiste que te había echado el anzuelo (Risas). Ridley te había pescado.

—RG: Sí (Risas). Finalmente, me entregaron el guión, pude comprobar lo que se había estado cocinando, el volumen de la producción y la escala de lo que pretendía hacer, las relaciones tan íntimas de todos los personajes, fue algo que me atrapó desde el primer momento. Fue una gran experiencia leer el guión sin tener absolutamente idea de nada, creo que es una de las razones por las que se está siendo tan precavido a la hora de enseñar la película o material promocional de la misma, para no desvelar nada de la trama argumental, ninguna sorpresa, y dar a los espectadores esa misma experiencia original que tuvimos nosotros cuando leímos el guión por primera vez.

Roberto Morato

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