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MISIÓN: IMPOSIBLE-FALLOUT

Tom Cruise, contra viento y marea

EL 27 DE JULIO EN LOS ESTADOS UNIDOS, y el 3 de agosto en España, se estrena Misión: Imposible – Fallout, sexta entrega de la franquicia producida y protagonizada por Tom Cruise, y por la que han pasado realizadores como Brian de Palma, John Woo, J.J. Abrams, Brad Bird y Christopher McQuarrie, este último el primer director de la saga que con Fallout repite en dicho cometido tras haber estado tras las cámaras de Misión: Imposible – Nación secreta.



En el momento de escribir estas líneas todavía no existe una sinopsis oficial de un film sobre el que sus responsables no desean dar grandes explicaciones a fin de no desbaratar ninguna de las sorpresas que suelen salpicar todas las películas de la serie. Se sabe, empero, que la trama, también escrita por McQuarrie, volverá a reunir a los héroes de Nación secreta, es decir, Ethan Hunt (Cruise), Ilsa Faust (Rebecca Ferguson), Luther Stickell (Ving Rhames), Benjamin «Benji » Dunn (Simon Pegg) y el secretario Alan Hunley (Alec Baldwin), e incluso, al villano de aquélla, Solomon Lane (Sean Harris); que habrá nuevos y carismáticos personajes a cargo de Henry Cavill (como August Walker), Vanessa Kirby (The Crown), Sian Brooke (Sherlock) y la veterana Angela Bassett (de actualidad estos días gracias a la serie de televisión 9-1-1); y que la película explorará aspectos desconocidos de la vida privada de Hunt, de ahí que Fallout recupere a un personaje (y a una actriz) ausente de la franquicia desde Misión: Imposible III: Julia Meade-Hunt (Michelle Monaghan), la esposa de Ethan. Quien no repite, a pesar de que en un principio estaba prevista de nuevo su participación, es Jeremy Renner, visto en Misión: Imposible – Protocolo Fantasma: el protagonista de Wind River –esa gran película que no ha merecido el honor de ser estrenada en pantalla grande en nuestro país– no pudo sumarse al proyecto porque su agenda laboral coincidía con los rodajes de Vengadores: Infinity War y la continuación de esta última, aún sin título definitivo.



Cruise vuelve a ser Ethan Hunt por sexta vez, en una trepidante aventura a la que se suman Henry Cavill y Angela Bassett


A pesar de los últimos esfuerzos de Cruise por alcanzar el éxito comercial probando cosas tan variadas como la meramente aceptable Jack Reacher: Nunca vuelvas atrás –que estaba por debajo del film original, Jack Reacher, asimismo dirigido por McQuarrie–, la mediocre nueva versión de La momia o la notable pero desafortunada en taquilla Barry Seal: El traficante, lo cierto es que quien fuera el protagonista de Top Gun (Ídolos del aire) –cuya tardía secuela, Top Gun: Maverick, ya se encuentra en preproducción– regresa una y otra vez a la serie que sigue dándole sus mayores beneficios económicos: Nación secreta, sin ir más lejos, amasó 682 millones de dólares a nivel internacional, sobre un presupuesto de 150 millones.



Rodada entre el 8 de abril y octubre del año pasado en París, Londres, la India, Nueva Zelanda y Noruega, sin duda la anécdota más difundida de la producción fue la del tobillo que Cruise se rompió filmando una escena de acción en la azotea de un edificio de la capital británica, obligando a la producción a detener el rodaje durante nueve semanas mientras el actor se recuperaba de ese tobillo roto y de otras heridas que se había hecho en su empeño de hacer él mismos las escenas más arriesgadas, para las cuales –se dice– ha estado entrenándose un año entero. Más divertida es la anécdota protagonizada por Henry Cavill… y el bigote que se dejó crecer para su personaje en Fallout: el inicio del rodaje de esta se solapó con el de los reshoots de Liga de la Justicia, y para que el actor no tuviera que afeitarse el bigote, fue borrado digitalmente, a costa de varios millones de dólares adicionales en el presupuesto de Liga de la Justicia: hay quien asegura que nos hallamos ante el mostacho más caro de la historia del cine.

Óscar Paredes

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