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Películas que se cambiaron en el último momento

Es muy habitual que las películas sufran cambios de última hora. Por ejemplo, las primeras versiones del guión de E.T., el extraterrestre preveían la muerte del pequeño alienígena; al estudio le pareció que eso era demasiado fuerte para el público, y presionó a Steven Spielberg para que no solo le «perdonara la vida» a E.T., sino para que, además, el pequeño Elliott se fuera con él en la nave extraterrestre; como es obvio, Spielberg aceptó la primera recomendación pero no la segunda. La comedia romántica Pretty Woman era, originalmente, más dura y amarga, incluía una escena en la que Richard Gere arrojaba a Julia Roberts de su coche, y el film tenía que terminar con Roberts y su amiga, prostituta como ella, interpretada por Laura San Giacomo, tomando juntas un autobús que las llevaba a Disneyland; ni que decir tiene que todo esto se suprimió y edulcoró notablemente tras el rechazo unánime del público en los pases previos de prueba. Esos mismos pases fueron decisivos para que James Cameron decidiera cortar 45 minutos de Titanic de un primer montaje de 4 horas y dejarla en los 195 minutos que todos conocemos; eso supuso la supresión de 10 secuencias, entre ellas una que al público le disgustó notablemente, en la que Leonardo DiCaprio se pelea con el mayordomo encarnado por David Warner para recuperar el Corazón del Mar: a la audiencia le pareció –con buen criterio– que era ridículo que ambos se enzarzaran en una lucha por una joya en medio de un barco que se estaba hundiendo… También es famoso el caso, ampliamente comentado, del final que tenía Blade Runner cuando se estrenó en 1982: la huida final de Harrison Ford junto con la replicante encarnada por Sean Young, que fue una imposición del estudio de cara a conseguir un cierto happy end. Asimismo, Danny Boyle había previsto, y filmó, varias versiones del final de 28 días después en las cuales el protagonista masculino, Cillian Murphy, moría en su lucha contra los zombis. Incluso un cineasta del prestigio de Martin Scorsese tuvo problemas a la hora de estrenar Uno de los nuestros tal y como él quería, porque en la sesiones previas de prueba mucha gente reprochó al film que era demasiado largo y lento, sobre todo las escenas que muestran la caída en la drogadicción del personaje de Ray Liotta; ni corto ni perezoso, lo que el realizador hizo fue recortarlas y acelerarlas sutilmente, para darles el ritmo trepidante que tienen ahora. Un caso más reciente es el de Rogue One: Una historia de Star Wars, película que sufrió numeroso reshoots, entre ellos, la incorporación de una de las escenas más llamativas: la aparición estelar de Darth Vader, inexistente en el primer montaje.

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