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Compañeros de reparto que se llevaban a matar

Tampoco será la primera vez, ni la última, que los protagonistas de una película se llevaban fatal en la vida real. Es el caso, sin ir más lejos, de Julia Roberts y Nick Nolte, quienes interpretaron juntos la comedia Me gustan los líos, y que se llevaron tan mal a la hora de rodar que, una vez finalizada la filmación, Roberts se despachó a gusto contra Nolte, diciendo que era una persona «completamente desagradable» y que «parece que se desvive por repelerle a la gente», a lo cual Nolte replicó: «No es agradable llamar a alguien “repugnante”. Pero ella no es una buena persona. Todos lo saben». Otro caso de inquina personal fue la que vivieron James Franco y Tyrese Gibson durante el rodaje de El desafío (Annapolis); según Gibson, en las escenas en las que sus personajes boxean, Franco se empeñaba en golpearle de verdad: «El tío me pegaba, declararía Gibson a «Elle». Siempre pensé: “James, alégrate, hombre. Solo estamos practicando”. Pero él nunca aflojó»; con el tiempo, Franco llegó a reconocer, tímidamente, en «GQ» que «probablemente fui un idiota», pero nunca llegó a disculparse ante un Gibson que, harto de él, declararía posteriormente a «Playboy» que «No quiero volver a trabajar con él nunca más, y estoy seguro que él siente lo mismo. Se lo tomó como algo personal». Pasando ahora al ámbito televisivo, la mala conducta de Shannen Doherty con sus compañeros de reparto es bien conocida, hasta el punto de que Tori Spelling, su colega en Sensación de vivir, acabó convenciendo a su padre y productor de la serie, Aaron Spelling, que la echara; luego, Doherty se llevó a matar con Alyssa Milano, su compañera de reparto en otra serie posterior, Embrujadas, hasta el punto de que también acabó siendo despedida, aunque no es menos cierto que, andando el tiempo, y como consecuencia del cáncer de mama que padece Doherty, ella y Milano enterraron el hacha de guerra y recuperaron su amistad original. Tampoco se llevaban nada bien Tommy Lee Jones y Jim Carrey en el plató de Batman Forever: Jones se mantuvo hostil con Carrey porque no soportaba su sentido del humor, y sobre todo, porque estaba mucho mejor pagado que él; Carrey le explicaría al cómico Howard Stern que, la noche antes de rodar su primera escena juntos, se encontró con Jones en un restaurante, se acercó para saludarle y, mientras se abrazaban, Jones le susurró al oído: «Te odio. No me gustas nada. No puedo aguantar tus bufonadas»

Profesor Moriarty

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