

Cabalga con el diablo
Chris Hemsworth abandona por un día su capa de superhéroe para ponerse en la piel de un héroe real, el capitán Mitch Nelson, que comandó a los primeros hombres que pusieron un pie en Afganistán para combatir a los talibanes. Michael Peña y Michael Shannon le acompañan en esta producción de Jerry Bruckheimer.
No cabe duda que no hay acontecimiento más decisivo en la historia del siglo XXI que el atentado del 11 de septiembre de 2001 contra el World Trade Center en la ciudad de Nueva York. Todos recordamos dónde nos encontrábamos en el momento en que vimos por primera vez la imagen de uno de los aviones chocando contra una de las gigantescas torres. Una imagen tan poderosa que es imposible imaginarse al audiovisual moderno tal y como lo estamos viviendo si no fuese por ese hecho y por algunas de las icónicas diapositivas y vídeos que todos hemos visto alguna vez. Independientemente de la fuerza icónica y del impacto emocional de aquellas estampas, el atentado creó un nuevo e inmediato orden mundial en el que los Estados Unidos se colocarían como abanderados de la sociedad occidental en la lucha contra el terrorismo islámico. A día de hoy, estos hechos nos pillan ya un poco lejanos y con otra mirada sobre los mismos. La palabra talibán ha desaparecido de nuestro diccionario más allá de los libros de historia, siendo sustituida por ISIS, y la Guerra de Afganistán es más conocida por los intereses del Gobierno Bush y los múltiples de industrias norteamericanas en esos territorios, que por la lucha por la libertad del mundo occidental que es lo que se vendió en su día.
12 valientes narra una historia oculta hasta hace bien poco perteneciente a uno de esos días repletos de incertidumbre y oscuridad. Con el país tratando de recuperarse, 12 valientes miembros de las Fuerzas Especiales de élite del Ejército de los EE. UU. –conocidos como los Boinas Verdes– dejaron sus casas y a sus seres queridos para emprender una peligrosa misión clasificada en el devastado país de Afganistán. Estos «12 valientes» fueron elegidos para asestar el primer golpe como respuesta de los Estados Unidos a los atentados terroristas. La misión, que recibió el nombre clave de Fuerza Operativa Daga, era una misión tanto diplomática como militar. Tal como explica Fuglsig: «Este pequeño equipo de las Fuerzas Especiales debía establecer contacto con un caudillo local llamado general Abdul Rashid Dostum, uno de los cabecillas de la Alianza del Norte de Afganistán, con el objetivo de ayudarle a recuperar el control de la región. Se trataba del primer paso de la lucha de los Estados Unidos contra los talibanes y Al Qaeda tras el 11-S».
La Alianza del Norte, una frágil coalición de líderes militares afganos, se había vuelto un tanto fragmentada en los años transcurridos desde su formación en 1996, pero, pese a todo, había una cosa que los unía a todos: su deseo mutuo de librar a su país de los implacables talibanes.
LA CONQUISTA DEL ORIENTE MEDIO
El film está basado en el libro de no ficción «Horse Soldiers» (2009), de Doug Stanton. Finales del año 2001, poco después de los atentados del 11-S. Un equipo de soldados de élite de las Fuerzas Especiales, en colaboración con la C.I.A. y operativos de la Fuerza Aérea, unen sus fuerzas con la Alianza del Norte de Afganistán para derrotar a los talibanes gobernantes del país. Se trata de un cuerpo de élite entrenado para ser tanto guerrilleros como diplomáticos en tiempos de guerra.
Tras conseguir introducirse en secreto en el país, este grupo de hombres encabezado por Mitch Nelson (Chris Hemsworth) es el encargado de poner en práctica una peligrosa misión. En las escarpadas montañas, deberán convencer al general Dostum (Navid Negahban) de la Alianza del Norte para unir fuerzas y combatir juntos a los talibanes y Al Qaeda. En esta arriesgada tarea no necesitarán tanques, ya que será una batalla a caballo.
MISIÓN DE AUDACES
Durante años, Jerry Bruckheimer fue uno de los hombres más importantes de Hollywood, sus producciones eran sinónimo de éxito cada verano y los grandes estudios como Paramount o Disney se rifaban a su productora. Apadrinado por Don Simpson, siempre se caracterizó por tener un olfato excelente para adivinar las tendencias imperantes y futuras de lo que podía gustar al gran público, y el éxito de muchas de sus producciones dependía exactamente de ese olfato de éxito. Digo esto porque viendo una película como 12 valientes uno se pregunta exactamente qué es lo que le pasaba por la cabeza a Bruckheimer para lanzarse a producirla. Lo digo, sobre todo, porque no se me ocurre nada menos apegado a la realidad americana que una película que glorifica a los primeros hombres que se dedicaron a luchar en Afganistán. Es obvio que las intenciones de la película son nobles y que pretende ser un canto a la valentía y a la unión entre los pueblos para luchar por unos mismos ideales, pero la realidad es que en el clima político actual, y teniendo en cuenta lo contradictorio de algunas situaciones y del discurso interno de la película, no faltarán voces que puedan acusarla de racista y fascista. Aborreciendo el uso de la palabra «problemático», sí que es verdad que el retrato de los talibanes es de una carencia de empatía absolutamente brutal, más cercana a una película de acción paródica de hace dos décadas que a un retrato mínimamente preciso dentro de una película política que, al fin y al cabo, es de lo que se trata.
Dejando de lado las soflamas políticas que se puedan encerrar detrás de la producción, 12 valientes podría tener su interés a la hora de trasladar algunos tropos del western a las películas bélicas, y por su cierto hálito clásico en su concepción. Algunas secuencias de acción se notan cuidadosamente planteadas pero torpemente resueltas por parte de su director, Nicolai Fuglsig, demasiado novato a la hora de asimilar el lenguaje cinematográfico y más preocupado por crear la película en la sala de montaje que por implantar algún estilo visual en ella. Quizás por eso, los mejores momentos de 12 valientes parten del reposo, de la conversación, del intento de averiguar qué significa ser un guerrero en pleno siglo XXI… Un cierto acercamiento sobre la verdadera filosofía de la guerra despojada de toda la política que le rodea y comentada por sus auténticos protagonistas.
Roberto Morato
En resumidas cuentas■ LO MEJOR: Michael Shannon, todo un tesoro norteamericano… Hasta cuando se tira postrado toda la película. ■ LO PEOR: La realización, absolutamente plana. Hay un par de escenas que están planificadas con vistas a ser vibrantes y están resueltas de pena por la total asepsia e impersonalidad de sus imágenes. La imagen: La emboscada de los talibanes en una zona desértica. El diálogo: «La razón más importante para ir a la guerra es tener un porqué». Las cifras: 35 millones de presupuesto. En Estados Unidos recaudó 45 en cines. El rodaje: California y Nuevo México. Internet: https://12strongmovie.com ¿Por qué…: una película como 12 valientes, cargada de ideas nobles, parece una apuesta absolutamente suicida y equivocada en 2018? |
ESTRENO: 4 DE MAYO
USA, 2018. TO.: «12 Strong». Director: Nicolai Fuglsig. Productores: Jerry Bruckheimer, Molly Smith, Thad Luckinbill, Trent Luckinbill. Producción: Alton Entertainment, Black Label Media, Jerry Bruckheimer Films. Guión: Ted Tally, Peter Craig. Montaje: Lissa Lassek. Fotografía: Rasmus Videbaek. Diseño de producción: Christopher Glass. Música: Lorne Balfe. Intérpretes: Chris Hemsworth (capitán Mitch Nelson), Michael Shannon (Hal Spencer), Michael Peña (Sam Diller), Navid Negahban (Abdul Rashid Dostum), Trevante Rhodes (Ben Milo), Rob Riggle (Max Bowers), William Fitchner (John Mulholland), Elsa Pataky (Jean Nelson).
EL DIRECTOR Nicolai Fuglsig |