

«Creo que hemos subido el nivel con la tercera temporada»
La buena acogida crítica a su primera adaptación de la obra de Joe R. Landsdale, «Frío en julio», le ayudó a que Sundance TV le abriera la puerta al desarrollo, junto a su amigo Nick Damici, de una adaptación catódica de la serie de libros más popular del escritor, «Hap and Leonard». En ella ha invertido los cuatro últimos años de su carrera, y el resultado es una diversión pulp de primera categoría que acaba de cerrar su tercera temporada.
–A partir de la segunda temporada se incorporó John Wirth como showrunner. ¿Habéis notado mucha diferencia en vuestro trabajo?
–Sí, trabajar en la segunda temporada realmente fue muy diferente a la primera. Al principio, Sundance TV nos dio mucha libertad para encontrar nuestra forma de abordarla, porque ninguno de nosotros había hecho televisión antes. Fue una gran experiencia, pero al terminar esperaba que pudiéramos incorporar a alguien que entendiera el proceso de producción televisivo tradicional, y al mismo tiempo estuviera abierto a hacer las cosas de forma creativa. Por eso contratamos a John Wirth. Nos conocíamos de antes, y sabía que le gustaba lo que hacíamos, y a mí me gustaba mucho su trabajo en televisión. Ha trabajado un montón en el medio, pero está en un punto de su carrera en el que quería hacer algo diferente. Así que nos aportó su experiencia sobre cómo construir una temporada, cómo darle forma, cómo tener a todo el mundo perfecto, también nos ayudó a eludir los peligros de las adaptaciones y de la narrativa… Fue para nosotros como una especie de doctorado. Lo que me divierte es que, de forma natural, cada temporada de la serie ha acabado siendo muy diferente. Porque cada una adapta un libro distinto, pero también porque cada una tiene un enfoque diferente, con otras formas de escribir, otros directores, otros actores, otros directores de fotografía, otras localizaciones… Me gustan esas diferencias creativas.
–¿De qué manera crees que ha evolucionado la serie, a nivel creativo, entre la primera y la tercera temporada?
–Creo que hemos encontrado nuestra propia voz. Es interesante, porque cuando haces una película, la terminas y pasas a lo siguiente, y a no ser que hagas secuelas, no tienes la oportunidad de volver sobre ese material y rehacerlo. Una de las cosas más frustrantes de la dirección cinematográfica es que, al día siguiente de acabar un filme, es el momento en el que, de pronto, tienes claro cómo tendrías que haberla rodado, porque te has dado cuenta de lo que funciona y lo que no, te has hecho una idea de cómo darle forma a las interpretaciones… Es en plan: «¡Agh!». Sientes que si pudieras rehacerla te saldría mucho mejor. Así que la belleza de la televisión es que, después de cada temporada, tienes la posibilidad de analizar qué es lo que funciona y lo que no. Y creo que ahora mismo los actores están muy cómodos con lo que hacen porque conocen muy bien las relaciones entre sus personajes, su forma de hablar, las dinámicas de su amistad… Ahora todo surge con mucha facilidad. Es fascinante empezar el primer capítulo de una nueva temporada y darte cuenta de que todo el mundo sabe perfectamente lo que hace y esté en plena forma. Mi sensación es que nuestro proceso refleja de forma muy hermosa a los libros. Joe no escribió el primer libro pensando en que se convertiría en una serie, pero le gustaron los personajes. En la primera temporada nosotros también establecimos un montón de cosas que luego hicimos saltar por los aires, y a partir de la segunda dibujamos unos arcos dramáticos más profundos. Así que creo que la tercera temporada es la mejor, que hemos subido el nivel, hemos sido muy ambiciosos: la fotografía, el casting, la narrativa, los guiones… Nos sentimos muy orgullosos de lo que hemos logrado. De todas maneras, sigue gustándome mucho lo que hicimos en los primeros capítulos. Es mucho más rústica, como si estuviéramos buscando nuestra propia voz, y además pudimos tomar mayores riesgos. Los momentos álgidos de la temporada son, seguramente, también los momentos álgidos de la serie.
–¿Qué es lo que más te interesó del libro en el que se basa la tercera temporada, «The Two Bear Mambo»?
–Sobre todo, que está construido alrededor de una leyenda al estilo de la de Robert Johnson, el guitarrista que supuestamente vendió su alma al diablo junto a las vías de tren para aprender a tocar. Todo ese sustrato mítico que existía detrás de la historia me parecía muy atractivo y muy divertido. Además, con seis episodios por delante para desarrollar la historia de la novela, tuvimos mucha libertad para profundizar y llevar todo eso por donde quisiéramos.
–¿Cuál ha sido la principal contribución de los actores en relación a los personajes originales?
–Desde el día uno de rodaje tanto James Purefoy como Michael K. Williams vinieron ya convertidos en sus personajes. Esta temporada he dirigido los capítulos iniciales, y desde el momento en el que aparecieron, ¡bum!, fue instantáneo. Surgió la química entre ellos. Siempre les hemos dado libertad, pero esta vez han tenido todavía más, y la han aprovechado para hacer un montón de sugerencias durante el rodaje, hasta el punto de que aquello parecía una extensión de las reuniones de guionistas, en las que siempre surgen un montón de propuestas, y cruzamos ideas hasta decidir qué hacemos. Por ejemplo, hay una gran escena en el segundo episodio que surgió de una idea muy divertida que James le lanzó a Michael. No sé si en las dos primeras temporadas habríamos sabido qué hacer con una sugerencia así, pero ahora hemos sabido tomarla, hablar sobre ella y rehacer la escena a partir de ahí. Ahora mismo ambos se sienten muy cómodos en sus personajes, así que se sienten libres para probar cosas distintas… Y lo mismo ocurre con los secundarios. En la segunda temporada estaban explorando quiénes eran sus personajes, y ahora que pueden retomarlos después de haberse visto en la serie, tienen un sentido más aproximado de cómo se reflejan en pantalla. Así que es como una versión mejorada de lo que habíamos hecho antes.
–Sundance TV todavía no ha confirmado si habrá cuarta temporada de «Hap and Leonard», pero, en caso de que saliera adelante, ¿habéis empezado a pensar cómo la abordaríais?
–Hay un par de direcciones distintas que podríamos tomar, y dependería de la cantidad de episodios que tuviéramos la oportunidad de rodar. El siguiente libro de la serie es genial, pero creo que sería interesante que lo combináramos con otro, porque ya habíamos tratado temas similares antes. Hay novelas que están entre los preferidas de los fans, y algunas que son preferencias personales, así que tampoco nos importaría dar un salto adelante… El segundo libro que me leí de la serie fue «Captain Outrageous», que en realidad es el sexto, y es divertidísimo, porque Hap y Leonard viajan en crucero y acaban en México, que es algo con lo que siempre habían soñado… También hay uno llamado «Vanilla Ride», que creo que es el octavo, y que presenta a un personaje muy divertido… También sería genial recuperar a Jim Bob Luke, que Don Johnson interpretó en Frío en julio.
–¿Tienes planes para volver al cine?
–Sí, de hecho dentro de una semana empiezo la preproducción de mi próxima película. Se llama In the Shadow of the Moon, la voy a hacer para Netflix con Boyd Hoolbrook como protagonista, y es un thriller que juguetea con los géneros, algo muy distinto a lo que había hecho hasta ahora tanto en cine como en televisión. Es un guión al que llevo dándole vueltas un par de años y que hemos podido llevar adelante formando equipo con Netflix. El proyecto estará listo a lo largo de 2019.
Tonio L. Alarcón